ESCRITO DEL SECRETARIO NACIONAL, DANIEL CASAL, POR EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA

07 de Marzo de 2014

Clara Zetkin (1857-1933) [Foto principal] fue dirigente del Partido Socialdemócrata Alemán y organizadora de su sección femenina. Fundó el periódico "La Igualdad", que se transformó en uno de los canales de expresión más importante de las mujeres socialistas de su época. Combatió contra la dirección de su partido cuando ésta se alineó con la burguesía nacional votando los créditos de guerra en la Iº Guerra Mundial

 

Durante la segunda mitad del siglo XIX, cada vez más mujeres se incorporaban a la producción, especialmente en la rama textil, donde eran mayoría absoluta. Pero las extenuantes jornadas de más de 12 horas a cambio de salarios miserables sublevaron a las obreras de la Cotton textil de Nueva York que salieron a reclamar sus derechos. Era el 8 de marzo de 1857, las manifestantes fueron brutalmente atacadas por la policía.

Pero no fue la primera ni la última vez que las obreras textiles se movilizaban. Medio siglo más tarde, en marzo de 1908, 15.000 obreras marcharon por la misma ciudad al grito de "¡Pan y rosas!", sintetizando en esta consigna sus demandas por aumento de salario y por mejores condiciones de vida. Y, al año siguiente - también en marzo -, mas de 140 mujeres jóvenes murieron calcinadas en la fábrica textil donde trabajaban en condiciones inhumanas a manos de matones y esquiroles enviados por la patronal de la Cotton.

Fue finalmente en 1910, durante un Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, que la alemana Clara Zetkin (foto izquierda) propuso que se estableciera el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer trabajadora, en homenaje a aquellas que llevaron adelante las primeras acciones de mujeres trabajadoras organizadas contra la explotación capitalista.

Siete años más tarde, cuando se conmemoraba este día en Rusia - febrero de 1917, para el calendario ortodoxo -, las obreras textiles tomaron las calles reclamando "Pan, paz y libertad", marcando así el inicio de la más grande revolución del siglo XX, que desembocara en la toma del poder por la clase obrera, en el mes de octubre del mismo año.

En su memoria y en su recuerdo conmemoramos cada 8 de Marzo, el día de la mujer Trabajadora, y cada día 8 de Marzo en su recuerdo y en su memoria rechazamos el carácter burgués que en los últimos tiempos se le ha querido dar a este importantísimo día para la lucha emancipadora de la clase obrera.

Todo el mundo burgués ha vivido durante los últimos años un auge considerable de los movimientos "feministas" por la emancipación y la liberación de la mujer. Cabe que estos movimientos reivindicativos contribuyan, en cierta forma, a despertar la conciencia de las mujeres y a iniciarlas a luchar por sus derechos. Ahora bien, convienen distinguir entre las reivindicaciones burguesas y la lucha de la clase trabajadora.

La Ley burguesa puede inscribir en su código civil la igualdad jurídica de la mujer, pero ninguna legislación burguesa le ha garantizado nunca, ni podrá garantizarle jamás, el derecho a la emancipación, a la libertad personal y colectiva, y a la igualdad de clase.Esos mismos movimientos feministas, que junto a las administraciones, tratan de institucionalizar el "Día de la Mujer Trabajadora", y convertirlo en el "Día de la Mujer...", pretenden vaciar de contenido la histórica reivindicación de la mujer trabajadora y llevarnos al paraíso ideológico- burgués, según el cual, los intereses de una banquera, son los mismos que los de una obrera.

Es decir, que la preocupación de la banquera, Ana Patricia Botín por el último modelo de un bolso de Gucci, es la misma, que la preocupación de una obrera por el pan de sus hijos.

La desigualdad y humillación social de la mujer es, históricamente, consecuencia del desarrollo del sistema de propiedad privada y no de las más o menos malévolas legislaciones machistas.De lo que se trata, por tanto, no es de poner fin exclusivamente a la explotación de la mujer por el hombre, que también, sino de acabar con un sistema basado en la explotación de unos seres humanos por otros.

El problema de la mujer debe examinarse, por tanto, como parte integrante de la lucha de clases.

Se trata de unir fuerzas a la lucha de la clase interesada objetivamente en acabar con la explotación y la opresión social, de crear una sociedad de hombres y mujeres libres. Y esa clase es la clase obrera.

La lucha de la mujer trabajadora, en palabras de Lenin; "debe ser un movimiento de masas, no sólo del movimiento de los proletarios, sino de todos los explotados y oprimidos, de todas las víctimas del capitalismo. En esto consiste la importancia del movimiento femenino para la lucha del proletariado y para su misión histórica creadora: la organización de la sociedad socialista. "

Si la mujer trabajadora asume la lucha consciente y organizada, dirigirá a la clase obrera como un huracán hacia la toma del poder político, eso lo sabemos nosotros, y lo saben también los poderosos y los curas, es por eso su miedo, es por eso que tiemblan cuando las ven en las calles, en las plazas, en las asambleas... es por eso que saben que tiene los días contados.

Frente Sindical Obrero de CanariasDaniel CasalSecretario Nacional

 

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