POR UN 2018 COMBATIVO, ORGANIZADO, INTERNACIONALISTA, DE CLASE Y FEMINISTA

29 de Diciembre de 2017

Canarias, 29 de diciembre de 2017

Cada año tengo la costumbre de escribir unas letras, que dirijo a nuestra afiliación, en particular, y a las trabajadoras y trabajadoras en general.

Cada año desde estas líneas trato de animar a los trabajadores/as a seguir adelante y de desear lo mejor para la clase trabajadora y para nuestros hijos y familias.

Cada año repaso un poco y busco en la memoria qué hemos hecho bien, y en qué debemos mejorar, cómo seguir avanzando.

Este año también. Este año he analizado nuestra conducta, nuestra lucha, nuestra moral.

He mirado hacia atrás y he repasado todo aquello que hemos hecho y hacemos, encontrado algo que me ha espantado.

Cuando me di cuenta del grave error seguí mirando más atrás en la vida y lucha de nuestra organización, y aún me produjo mayor preocupación.

Entonces revisé la misma conducta en otras organizaciones cercanas, en asociaciones y sindicatos amigos.

Así fue como me di cuenta de que no estamos ante un descuido particular o un error no suficientemente atendido.

Estamos ante un gravísimo atentado al propio corazón de la lucha de clases, un ataque sin paliativos a nuestros principios, y una muestra de cobardía política de primer orden.

A lo que me refiero es al abandono absoluto de los derechos de la mujer trabajadora.

Hoy no puedo, desde estas líneas, saludar ni desearles lo mejor a 48 mujeres trabajadoras, y no puedo, porque han sido asesinadas por la violencia machista.

Las mujeres de nuestra clase son impunemente asesinadas por hombres violentos que llevan impreso, en lo más hondo de su mapa genético, que las mujeres son objetos de su absoluta propiedad. Y aquí, justamente aquí, reside el problema, la mentalidad capitalista nos impone el patriarcado y la propiedad privada en todos los órdenes de la vida, y muchos descerebrados hacen extensiva esa condición a sus compañeras y mujeres, incluso no dudan en dañarlas asesinando a sus propios hijos.

Claro, hasta aquí estaríamos todos de acuerdo, pero el lector o lectora se preguntará ¿y que tiene que ver el Sindicato con esto? Siempre hemos denunciado este tema y hemos mostrado nuestra solidaridad, nuestro apoyo y comprensión con las compañeras.

No, no y no; el asesinato de las compañeras es la expresión más extrema del machismo, pero no la única.

En la antigua Roma existía una condena terrible, era posiblemente lo peor que podía sucederle a un ciudadano romano, la “Damnatio Memoria”, su traducción podría ser “la condena de la memoria”, por la cual una persona quedaba condenada a no haber existido; se prohibía su recuerdo, se prohibía cualquier acto que le recordara, se prohibían sus apellidos e incluso se prohibía nombrarla, es como si ese ser humano jamás hubiese existido.

La mujer trabajadora está condenada, como en la antigua Roma, a una forma de “Danmatio Memoriae” cuando no se le nombra y ni se cuenta con ella.

A todas ellas va hoy dirigida estas letras, primero para pedir -tarde seguramente- disculpas y para comprometerme a realizar todos los esfuerzos en todos los órdenes para corregir esta actitud en el Sindicato.

Pero decía que no solo es el asesinato, cruel expresión del machismo, la única, existen muchas más, en nuestra propia actividad militante se suceden cientos de casos de discriminación sexista, y quiero recordar en este punto que cualquier agresor por donde comienza su delirio, es por la anulación personal, por el ninguneo de la mujer, por la feminización de la burla, etc.

Existen en las filas del FSOC cientos y cientos de mujeres. Nunca he conocido una dirección con presencia importante de esa representación de la mujer, he conocido direcciones de nuestro Sindicato en la que todos sus componentes eran hombres, es más, en estos momentos solo una mujer forma parte de la dirección, y teniendo una importante afiliación femenina en el III Congreso del FSOC, de 150 delegados/as, solo había siete mujeres.

En sectores de la producción y los servicios, la desviación ideológica machista reproduce el mismo esquema; en empresas como por ejemplo, almacenes de empaquetado, donde trabajan un gran número de mujeres, los comités los componen en su mayoría hombres (salvo alguna excepción), hay empresas donde todas son trabajadoras y existe un solo hombre trabajador y ese es el delegado; en hostelería, donde hay una importante presencia de mano de obra femenina, la representación de los comités de empresa corre a cargo de hombres básicamente.

Pero no es mucho mejor la situación en otros lugares y organizaciones; en el mes de octubre participé de un encuentro internacional de organizaciones sindicales, y en el Congreso de un sindicato hermano; todas las delegaciones que acudieron a las jornadas internacionales, todos los intervinientes, y todos los ponentes, fuimos hombres.

La lucha de la mujer en el ámbito internacional es todo un ejemplo de coraje y valentía, sin embargo, en el Congreso de la FSM la mayoría de los delegados son hombres. La dirección de la FSM tiene una representación ridícula de la mujer, y nunca en 70 años de existencia, ha dejado de ser un hombre el Secretario General.

Estamos recordando este año el centenario de la revolución de octubre de 1917 que dio lugar al primer Estado obrero de la humanidad. Poco se habla en estos días de Jenny Marx, de Clara Zetkin, de Kruvkaya, de Rosa de Luxemburg, etc. En las fotografías de la época solo se ven ardientes bolcheviques defendiendo las barricadas, o dirigiendo las huelgas en las fábricas, ni una palabra de que la chispa que encendió la revolución fue la lucha de la mujer, una lucha que mantenía huelgas durante meses y movilizaciones por toda Rusia en favor de sus derechos.

Cuando hacemos esto, camaradas, condenamos nosotros también, como los antiguos romanos, a las compañeras, a la mayor de las condenas posibles, las condenamos a no haber existido, asesinamos su memoria y su valor.

Cuando acabe este año quiero terminar dándoles a todas todo mi apoyo y mi solidaridad, les ruego una vez más mis más sinceras disculpas y reitero mi compromiso en la corrección inmediata de esta conducta.

Quiero que estas líneas sirvan como un modesto homenaje a todas ustedes, a las bravas mujeres obreras, a su valor y a su compromiso.

Compañeras del FSOC les deseo de todo corazón un feliz y combativo año nuevo.

Compañeros del FSOC corrijamos esta conducta, no habrá un cambio en la Historia si en ese cambio no está a nuestro lado la mujer trabajadora.

 

¡LA REVOLUCIÓN SERÁ CON ELLAS, O NO SERÁ!

 

Frente Sindical Obrero de Canarias

Secretario General

Daniel Casal

- Ver toda la prensa digital -