COMITÉ ESTATAL DE LA FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL

15 de Diciembre de 2022

La Copa del Mundo de Fútbol está llegando a su fin en medio de profundas polémicas que incluso afectan al mundo laboral. La designación de este emirato árabe para albergar el evento ya estuvo salpicada por la corrupción. El menosprecio a los derechos de las mujeres y de los colectivos LGTBI son una constante en un país donde gobierna una monarquía medieval. 

Pero, lo que es peor, la construcción de las megalómanas infraestructuras que iban a albergar la Copa del Mundo ha sesgado la vida de miles de trabajadores y trabajadoras que han tenido que sufrir jornadas interminables de trabajo, temperaturas sofocantes, salarios de miseria y condiciones de seguridad y salud inexistentes. Trabajadores y trabajadoras procedentes del continente africano y del sureste asiático que se han visto obligados a aceptar contratos esclavistas, conocido como el sistema de kafala, donde el empleador retenía su pasaporte e imponía sus condiciones laborales pudiendo ser encarcelados o deportados sin compensación si lo incumplían. 

Pues bien, uno de los acusados y encarcelados de este entramado antiobrero ha sido el secretario general de la Confederación Sindical Internacional (CSI) y anterior secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), el italiano Luca Visentini. La policía belga investiga su implicación en un caso de corrupción relacionado con el Mundial de Qatar. 

Visentini fue elegido secretario general de la CSI el mes pasado y entre los votos que apoyaron su candidatura estaban los de CCOO, UGT y USO. La corrupción y las políticas antiobreras como carta de presentación de una organización que se precia de representar a los trabajadores y trabajadoras pero que lo único que hace es colocarlos al mismo nivel de descrédito que los patronos.

Pero, adivinen quien fue el invitado especial del V Congreso de la CSI que se celebró en un balneario de lujo en Melbourne: el mismísimo Joe Biden, actual presidente de Estados Unidos, país representativo y exportador del sistema capitalista explotador. Sistema que tanto Unai Sordo como Pepe Álvarez critican cada vez que una cámara de televisión les enfoca. Un Biden que agradeció una y otra vez la colaboración de los sindicatos de la CSI  yque una semana después prohibió una huelga de ferroviarios en EEUU. 

Es posible que los casos de corrupción o las implicaciones de estas organizaciones con el capital internacional, a algunas personas no le puedan parecer causa suficiente para acusarles de traición a la clase que dicen defender. Pues bien, aún hay más. 

En el mismo Congreso de Melbourne fue elegido vicepresidente de la organización un tal Arnon Bar-David, a la postre presidente de la organización Histadrut. Este mal llamado sindicato agrupa a los colonos israelíes y fue la organización sionista clave responsable de la formación del Estado de Israel. Histadrut es reconocida por la Confederación Internacional de Sindicatos como el representante de los trabajadores israelíes. Fue un elemento clave en el apoyo al apartheid en Sudáfrica y en la esclavización de los trabajadores y trabajadoras por motivos raciales. 

La explotación de los trabajadores y trabajadoras palestinas de los territorios ocupados fue institucionalizada por una decisión del gabinete israelí en Octubre de 1970, según la cual la administración militar debería supervisar su empleo. Histadrut fue partícipe en este acuerdo. 

Igual que los sindicatos de la CSI en el estado español, Histadrut fue una de las principales causas del desempleo y la pobreza árabe, una situación que continúa en la actualidad. Según el Instituto Nacional del Seguro, el 52% de los ciudadanos palestinos vivenpor debajo de la linea de la pobreza, en contraposición con el 16% de los judíos israelíes. Casi la mitad de los árabes con empleo trabajan en los sectores de baja remuneración manufacturas, construcción y comercio. 

Estos son los compañeros de andanzas de las organizaciones que, solo cuando les conviene engañar, se dicen de clase en el estado español: corruptos, explotadores y fascistas. Y los colocan en los cargos más relevantes. No es de extrañar que aquí colaboran con la patronal para que sigamos perdiendo poder adquisitivo, se siga perdiendo empleo digno, trabajen conjuntamente para liquidar el Sistema de Pensiones Públicas y, en definitiva, sigamos siendo los trabajadores y trabajadoras quienes sigamos contribuyendo al mantenimiento de una clase parasitaria que subvenciona convenientemente a estos falsos representantes obreros. 

Estado Español, 14 de diciembre de 2022

 

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