40 AÑOS DE LA IMPUNIDAD DE UN ASESINATO

12 de Diciembre de 2017

En el entorno de una fuerte lucha, en el que diferentes sectores de la calase obrera canaria se enfrentaban en las islas a la firma de los Pactos de la Moncloa, a los despidos y a los salarios de miseria, se constituye una coordinadora de todos los sectores que en aquellos momentos mantenían fuertes luchas obreras: trabajadores del frio, empaquetado, tabaqueras, transporte, etc.

El resistente movimiento de estudiantes cierra filas en torno a los trabajadores y secunda las movilizaciones. En Sindicato Obrero Canario, la Confederación Canaria del Trabajo (CCT) y otras organizaciones sindicales, deciden convocar la huelga general para el 12 de diciembre de 1977.

La huelga es un éxito seguido por la mayor parte de los trabajadores en lucha y a la que se suman miles de trabajadores y sectores populares. El proceso de huelga, mantiene concentraciones, "saltos" y manifestaciones durante todo el día. El gobernador civil, el señor Mardones (posteriormente diputado por la comunidad autónoma de Canarias por Coalición Canarias), convocó una junta de seguridad de las fuerzas represivas. El ministro del interior, Rodolfo Martin Villa, da su apoyo y ordena la represión de la huelga. El conflicto se agudiza durante todo el día desencadenándose la represión sobre los trabajadores/as a cargo de la por entonces policía armada y unidades de antidisturbios. La represión en la Universidad de la Laguna, toma especial violencia sobre las horas del mediodía; unidades de antidisturbios, toman la universidad.

El rector de la Universidad de la Laguna, exige al gobernador civil, el señor Luis Mardones, que la policía abandone el recinto universitario. En la refriega ocurrida en las propias escalinatas de la universidad, la policía abre fuego con munición real y varias ráfagas de metralleta. Cae herido de muerte, el estudiante de biológicas Javier Fernández Quesada. Una bala, había atravesado su corazón.

Hay verdaderos esfuerzos por parte de los estudiantes para auxiliar al compañero caído, bajo los botes de humo, balas de goma y fuego real. Poco había ya que hacer por el compañero. Con pañuelos blancos, los estudiantes, solicitan una tregua a la policía indicando la caída de un compañero. Javier Fernández Quesada yacía muerto en la escalinata de la universidad.

La reacción del movimiento sindical y de la izquierda revolucionaria no se hace esperar. Se convoca una semana de lucha que recorre todo el archipiélago, especialmente significativa es la lucha en la Laguna y el entierro del joven gran canario a partir de su funeral en la iglesia del pino de Las Palmas. Durante una semana, ambas capitales son tomadas por la lucha entre obreros, estudiantes y los coletazos del régimen franquista.

A día de hoy, 12 de diciembre de 2017, el asesinato de Javier Quesada sigue impune. Sus asesinos, nunca pagaron la atrocidad de segar la muerte del joven estudiante. Luis Mardones, llega a ser presidente de la Comunidad Autónoma, bajo la protección de Coalición Canaria. Martin Villa, ministro del interior, posteriormente sigue ocupando cargo en el gobierno y más tarde ocupa cargos de relevancia en las empresas principales del Ibex 35. Los mandos de la policía, nunca fueron juzgados y toda la represión desatada contra los trabajadores/as y los estudiantes nunca fue investigada.

Desde el FSOC seguimos exigiendo el castigo de los culpables y el fin de la impunidad.

 

¡NI OLVIDAMOS NI PERDONAMOS!

¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!

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