El BCE rechaza el plan del gobierno español de recapitalizar Bankia con deuda pública

El Banco Central Europeo ha rechazado sin contemplaciones el plan del gobierno español de recapitalizar BFA-Bankia mediante una inyección directa de deuda pública sin tener que colocarla en el mercado. El argumento del instituto emisor que preside Mario Draghi es que este plan incurriría en una financiación directa ("financiación monetaria") del Estado español que está prohibida por los Tratados de la UE.

La idea del ministro Luis de Guindos, publicada por algunos medios, era recapitalizar Bankia inyectándole los 19.000 millones prometidos en forma de deuda pública, que a su vez podría ser canjeada por efectivo en las inyecciones de liquidez a tres meses del BCE, lo que evitaría la necesidad de vender esos bonos en el mercado. Una venta que puede salir carísima dado el volumen de la emisión y los enormes intereses que España debe pagar ahora mismo con la prima de riesgo en máximos desde que existe el euro.

En los últimos días, Economía ya había rebajado sus pretensiones iniciales y fuentes del departamento admitían que lo más probable es que haya que conseguir el dinero en el mercado. Por el lado del BCE, el martes a mediodía el consejero del BCE Ewald Nowotny había asegurado que el papel del BCE no es rescatar bancos, sino que eso es algo que incumbe exclusivamente a los Gobiernos nacionales, tal como informó ayer El Confidencial.

El rechazo del BCE, adelantado anoche por el Financial Times, se basa en que sería el banco central el que estaría rescatando de facto a Bankia, algo que le prohiben sus estatutos. Por otro lado, esta negativa puede endurecer la insistencia del Gobierno en que la única solución para la escalada de la prima de riesgo hasta niveles insostenibles es que el BCE se convierta en un prestamista de último recurso para los Gobiernos. De esta forma, se evitaría un rescate como los de Grecia, Irlanda o Portugal, que el Ejecutivo de Mariano Rajoy rechaza de plano.

BANKIA ALIMENTA LOS TEMORES SOBRE ESPAÑA

Como es sabido, el gobierno español considera que ha hecho todas las reformas estructurales necesarias y que se merece una ayuda por parte del BCE para contener el diferencial con Alemania. Así, considera que el BCE debe volver a comprar deuda pública de los países periféricos para frenar el desplome de su precio -que se mueve a la inversa de su rentabilidad- y que el Mecanismo de Estabilidad Europeo (ESM) se rediseñe como un instrumento para el rescate de la banca.

Ahora bien, el rescate de Bankia ha alimentado los temores a la indisciplina fiscal que había creado el gobierno con su constante elevación de la cifra de déficit de 2011 hasta el 8,9% del PIB, de momento. La falta de un plan para financiar este rescate socava las afirmaciones de que España podrá financiar por sí sola su sector bancario mediante los recursos de las entidades o dinero público. Unas dudas que pueden acabar expulsando a nuestro país de los mercados de capitales, lo que haría inevitable el rescate.

 

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