ESTUDIANTES CANARIOS OBLIGADOS A ABANDONAR LA UNIVERSIDAD

12 de Mayo de 2014

Miles de estudiantes canarios están siendo obligados a abandonar las dos universidades del Archipiélago por el efecto combinado del aumento de las tasas de matriculación y la disminución de las becas. Medidas que, lejos de aplicarse como meros ajustes coyunturales en respuesta a la crisis económica, forman parte de la reconversión elitista de los estudios superiores que comenzó a aplicarse desde la entrada en vigor del llamado Plan Bolonia.

Pero aunque la recesión económica no sea la verdadera causa de este proceso de expulsión de los jóvenes de las clases populares de la Universidad, el estallido de la crisis sí se ha convertido en la excusa perfecta para acelerarlo de forma exponencial.

Aunque la críticas del vicepresidente del Gobierno regional y consejero de Educación José Miguel Pérez a la contrarreforma educativa encabezada por el ministro José Ignacio Wert pudieran hacer pensar lo contrario, Canarias es la sexta región del Estado que más ha reducido la financiación de sus universidades.

El recorte, cifrado en 43,1 millones de euros entre 2009 y 2013, supone un 14,1% menos de ingresos. Según el informe "La evolución de los presupuestos de las universidades públicas", elaborado por la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras a partir de datos de los propios centros y del Ministerio de Educación, desvela que el tijeretazo mayor se ha sentido en los capítulos de inversiones y de personal y que, en el caso de las Islas, la Universidad de La Laguna (ULL) es la que más capital ha perdido en términos absolutos. En total, 26 millones de euros, frente a los 16 que ha dejado de recibir la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. De esta forma, el presupuesto total de la de la ULL se ha quedado reducido a 136 millones, mientras que el de la Universidad de Las Palmas de G.C. asciende tan solo a 126 millones.

Los efectos de estos multimillonarios tijeretazos no se han hecho esperar. En el curso pasado, la Universidad de La Laguna (ULL) registraba un brusco incremento de su índice de abandono. Una circunstancia que la propia institución atribuyó al efecto de las dificultades económicas de las familias y al encarecimiento de los precios de matrícula. En el curso actual, aunque la cifra de abandonos se ha reducido ligeramente, continúa siendo significativamente alta. Un total de 2.567 alumnos, el 12% del total, han dejado sus estudios.

Las cifras son incluso más negativas en el caso de la Universidad de Las Palmas de Gran Canarias, en la que 2.879 alumnos abandonaron sus estudios desde el curso pasado, un 12,8% del total.

A estos miles de bajas hay que sumar los alumnos que iniciaron este curso pero se quedaron en el camino al solicitar la anulación de matrícula. Se trata de 437 personas en la ULL y de 1.041 en la ULPGC.

Según advierten los sindicatos de docentes y estudiantes del sector, estos datos continuarán incrementándose en los próximos años, en los que el acceso a los estudios superiores se convertirá, si nada revierte la tendencia actual, en un privilegio reservado a los vástagos de las clases dominantes de la sociedad.

Fuente canarias-semanal.org

 

 

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