CC.OO CANARIAS AL BORDE DE LA QUIEBRA FINANCIERA

25 de Septiembre de 2013

Un mes de plazo se ha dado el secretario general de CC OO de Canarias, Juan Jesús Arteaga, para intentar "empezar a resolver" la situación de impagos que afecta a los trabajadores del sindicato desde hace dos meses. Si en ese tiempo los empleados siguen sin cobrar, el dirigente sindical presentará su dimisión. Es decir, que si las cerca de 80 personas afectadas no reciben tampoco al menos la próxima nómina, Arteaga dirá adiós y abandonará el liderazgo que renovó en el IX congreso de la organización, en enero pasado.

"Soy el máximo responsable de CC OO en Canarias y no voy a permanecer al frente del sindicato si no consigo al menos empezar a resolver el problema y que se pueda cobrar una nómina. Si en un mes no obtengo resultados a las acciones que voy a emprender, presentaré mi dimisión", afirmó ayer Arteaga a este periódico tras mantener una reunión con los secretario insulares de CC OO para exponer la situación.

El líder sindicalista eludió concretar qué tipo de medias emprenderá él mismo y la comisión ejecutiva del sindicato para superar los "problemas de tesorería" que han impedido el pago de varias nóminas y distintas pagas extras, pero aseguró que se ha establecido una serie de objetivos temporales a corto plazo, y que en ningún caso se va a mantener al frente del sindicato de una forma "agónica".

La situación del sindicato se conocía el lunes tras una asamblea de trabajadores en la que se decidía exigir la salida de la comisión ejecutiva y la intervención inmediata de la Confederación estatal.

Último intento

Arteaga reconoció el derecho de los trabajadores del sindicato a pedir responsabilidades y la dimisión de sus líderes, pero aseguró que no se marchara hasta al menos hacer un ultimo intento para que puedan empezar a cobrar sus nóminas. "Yo estoy empeñado en intentar resolverlo y si no es posible le haré caso a los trabajadores y puede que otras personas lo resuelvan", afirmó antes de insistir en que "el primer paso es intentar que la gente cobre al menos uno de los salarios que se adeudan".

El líder sindicalista cifró en torno a los 230.000 euros el total de la deuda con los trabajadores -de las nóminas de julio y agosto y la correspondiente paga extra-, y reconoció como "insostenible" la situación financiera del sindicato, que además debe hacer frente la correspondientes pagos ejecutables automáticamente por parte de la Seguridad Social y de Hacienda.

El dirigente sindicalista reconoció que la situación era cercana a la "quiebra financiera", y que el impacto de la crisis está siendo brutal en las organizaciones sindicales por la reducción de las afiliaciones y el recorte de las ayudas públicas. Además, admite la práctica imposibilidad de lograr un crédito bancario para hacer frente a las deudas más urgentes.

Arteaga recordó que el ERE (Expediente de Regulación de Empleo) aprobado el pasado mes de abril está ahora ejerciendo una presión económica sobre las cuentas del sindicato y que las indemnizaciones que se están librando a los diez despedidos incluidos en el expediente agudizan los problemas de liquidez. Con todo, asegura que "las cuentas generales se están empezando a encauzar, aunque es verdad que hay en estos momentos un grave problema de tesorería".

El dirigente regional de Comisiones Obreras afirmó que por el momento la dirección del sindicato no se plantea la necesidad de nuevos despidos y dijo que "en su momento se verá", pero lo descartó al menos hasta transcurrido un año desde la aprobación del anterior. "Tampoco sabemos si esa es la solución", resaltó Arteaga.

En todo caso, sí cree que con la reorganización interna que se va a llevar a cabo antes de finales de año se pueda "cumplir con proveedores y trabajadores", sin explicar en qué y cómo afectaría esta medida a los problemas de liquidez que padece el sindicato.

Arteaga aseguró haber recibido de los secretario insulares y del consejo consultivo con el que se reunió ayer todo el apoyo a su gestión, pidiéndole además que "reflexione" sobre el anuncio que ayer les hizo de proceder a su dimisión si no es capaz de arreglar la situación en el plazo de un mes. En todo caso, aseguró que su hipotética dimisión no afectará al resto de la comisión ejecutiva, que se debería mantener y elegir de entre sus miembros al sucesor.

Fuente: La Provincia

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