100.000 profesionales a la calle, 3.000 de ellos en Canarias

Decididamente el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, se ha empeñado en convertir los viernes en una fecha fatídica para todos los españoles. El próximo 20 de abril - viernes - el ultraconservador Consejo de Ministros aprobará drásticas medidas de reformas y recortes en materia educativa y servicios públicos. Rajoy ha necesitado trasladarse a Puerto Vallarta, en , para anunciar desde allí que será en la próxima reunión del gabinete donde su gobierno aprobará una imponente batería de medidas que implicarán drásticos cambios fundamentalmente en Educación y Sanidad. Según planteó el presidente español en una rueda de prensa celebrada en la aludida localidad mexicana, el paquete de medidas previsto para el próximo viernes, constituirá el mayor ajuste sanitario realizado en el Estado español. Los cambios está previsto que afecten a todos los ámbitos de la estructura sanitaria del país, y van desde el establecimiento del copago a la reducción generalizada de esenciales prestaciones sanitarias. En esta ocasión el hachazo a la sanidad pública alcanzará la friolera de más de 1 billón de las antiguas pesetas. La astronómica cifra puede proporcionar una imagen de cómo la política de austeridad del gabinete ultraconservador puede afectar a la salud del conjunto de la ciudadanía.

Pero si drásticas van a ser las medidas en el área sanitaria, los recortes en la Educación no se van a quedar atrás. El ya impopular ministro José Ignacio Wert ha anunciado en diversos foros que su departamento ha dispuesto para que se apruebe en el próximo Consejo de Ministros del viernes, un recorte en el gasto educativo de cerca de medio billón de pesetas. Para lograrlo, en el curso de la reunión del gabinete del viernes, día 20, se aprobará el aumento de un 20% del número de alumnos por clase. En una insólita pirueta argumental el Ministro trató de atenuar el efecto que tal medida tendrá en la calidad educativa manifestando que su reformas contribuirán a que los alumnos puedan "socializarse en la escuela".

El ministro puntualizó, además, que aunque la legislación actual prevé que en los centros de primaria no se debe exceder de 21 alumnos por clase, y en secundaria de 30 alumnos, su ministerio pretende romper con esos topes "dando mayor flexibilidad al número de alumnos por clase, ya que el nivel de uso ineficiente de recursos resulta insostenible". El ministro al ser preguntado sobre los efectos que sus medidas tendrán sobre la contratación de profesorado proporcionó una respuesta que más bien parece una macabra ironía: "se está hablando de despidos- dijo - y realmente estos no se van a producir. Lo que está previsto que no se produzca es una renovación del contrato, ya que la palabra interino dice claramente de lo que estamos hablando".

En los medios sindicales se augura un colapso total en la contratación de profesores interinos el próximo curso. Según estas fuentes unos 100.000 profesores dejarán de ser contratados. En Canarias, el consejero socialdemócrata de educación, José Miguel Pérez, aunque trata de mantener distancias de las medidas que se tomarán el próximo viernes, puntualizando que su consejería intentará "resistir lo que podamos", reconoció que la aplicación de los recortes anunciados significarán una reducción en el archipiélago de 3550 profesores para el próximo curso académico. Aunque hizo expresa su oposición a las reformas de Juan Ignacio Wert, José Miguel Pérez advirtió que está obligado a ponerlas en ejecución pues "no se puede ir contra la ley".

 

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